Que la tecnología ha impulsado a diversas disciplinas a conseguir resultados innovadores e inmersivos ya es un hecho indiscutible, con espectadores que ahora experimentan el arte de maneras insospechadas hasta hace algunos años a través de colores, formas o imágenes en movimiento que escapan de lo usual y que, como es evidente, los artistas buscan y valoran porque amplía sus posibilidades creativas.
Amén de las exposiciones internacionales que ya hemos conocido, en Chile ya se pueden encontrar interesantes ejemplos del uso de tecnología en el arte que abre a sus creadores nuevas fronteras, invitando a los espectadores a una cierta interactividad ante la obra, sumergiéndose y fusionándose con cada trabajo y transformándolo en una expresión y hermenéutica colectiva e individual.
Entre estas nuevas tecnologías, el videomapping -que permite proyectar imágenes sobre grandes superficies para crear efectos y animaciones que parecen cobrar vida- es un ejemplo actualmente expuesto en el museo Artequin, de Quinta Normal, en la exposición Frida Kahlo y Diego Rivera. La exposición, abierta hasta el 18 de junio, muestra registros biográficos en que los personajes de una de sus obras, El Venado Herido, literalmente salen del cuadro para interactuar con elementos físicos del lugar, lo que genera una experiencia inmersiva y nueva gracias a la tecnología de videoproyectores de Epson.
La pintora y escultora Catalina Rojas, por su parte, ha encontrado una ruta para su talento explorando las posibilidades de la videoproyección. Rojas se define como «muralista de la luz», dando un giro copernicano al concepto tradicional de muralismo al iluminar sus pinturas y dibujos con tecnología digital en soportes urbanos y naturales. En ellos fusiona la obra con el espacio que la rodea, las proyecciones y los espectadores, en una suerte de arte rupestre 2.0: «Es como si la ciudad y el entorno contemporáneo fueran las cavernas del ayer», señala.
La artista ha trabajado sus presentaciones mediante de la utilización de tecnología Epson, con la que consigue proyectar de modo fiel «imágenes insuperables, gracias al brillo, nitidez y su alta definición. El resultado es una escena con una intensidad lumínica de una amplia gama de colores, brillante y de color intenso», dice, añadiendo la videoproyección «Me ha permitido explorar nuevas dimensiones y entregar un sinnúmero de sensaciones y creaciones envolventes que sumergen a los espectadores en un mundo nuevo».
Liliana Iturriaga, en su obra Concéntricos, instalada en el Museo Nacional de Bellas Artes el año pasad, también gracias al videomapping con tecnología Epson pudo dar nuevo foco a la obra con una propuesta que sigue la línea del arte cinético que ha desarrollado a lo largo de su carrera «y pasar al plano lumínico y sonoro reinterpretando el movimiento». La artista reflexiona que el videomapping permite al «espectador experimentar la sensación de ingresar en medio de las tramas lineales de la obra y recorrerlas, inmersos en sensaciones visuales», ya que se produce una interacción con el espacio, por medio de este dispositivo «multisensorial que representa imágenes a escala que modifican la percepción, saliendo del marco convencional».
En esta misma línea, el artista Octavio Gana, codirector en Delight Lab, destaca como la técnica del videomapping combina el sonido con imágenes físicas y soportes a gran y pequeña escala, por lo que para él constituye una herramienta relevante en el proceso de creación, cómo lo son otras expresiones más análogas como la pintura. «La videoproyección es luz digital que se puede controlar gracias a los equipamientos que tengo a disposición, desde el software, la interfaz y el hardware», señala.



Gana valora que esta técnica amplíe las posibilidades al momento de exhibir sus ideas en diversos planos ya sea en murallas naturales o redefinidas como «el lienzo» en el que es posible proyectar en concreto, edificios, planetarios, telas holográficas, y otras superficies, «logrando generar lo que él o la artista quieran conseguir, desde atmósferas, datos, un relato o un mensaje». Destaca de la marca Epson «la versatilidad de los lentes, el brillo, la resolución, y la posibilidad de fácil conexión. La implementación de calce y reconocimiento de señal es rápida y fácil , así como también de ajuste de la proyección desde el mismo proyector». (Fuente: 5G-Noticias)
