Tras un año de la repentina desaparición que conmocionó a Naciones Unidas, el vasto tapiz que representa el Guernica de Picasso, propiedad de la familia Rockefeller, regresó el sábado 4 de febrero a su sitio en la entrada del Consejo de Seguridad, anunció un comunicado de ONU.
«El tapiz de ‘Guernica’ y su simbolismo cuestionador nos enfrenta a la crueldad, la oscuridad y también a un rayo de esperanza en la humanidad», dijo Nelson Rockefeller Jr, citado en un comunicado de prensa de la ONU.
«Estoy feliz de que el tapiz pueda continuar llegando a una parte más amplia de la población mundial, y ampliar su capacidad para llegar a las personas y educarlas», agregó.
Según informó el New York Time y Emol, en febrero de 2021, en medio de la crisis de covid-19 y mientras la sede de la ONU estaba desierta sin sus miles de empleados, obligados a teletrabajar, el gran tapiz desapareció de la entrada del Consejo de Seguridad sin que se diera ninguna explicación de parte de la familia Rockefeller, que lo había dado en préstamo a la ONU desde hacía más de tres décadas.
Encargado en 1955 por Nelson Rockefeller, el tapiz extraído de la obra de Pablo Picasso y que representa el bombardeo de la ciudad de Guernica el 26 de abril de 1937 por parte de la Alemania nazi y la Italia fascista, fue tejido por el taller francés de Jacqueline de La Baume-Dürrbach.

Error de comunicación
En una entrevista con The New York Times, Nelson Rockefeller Jr. admitió un «error de comunicación» sobre una obra que aparentemente necesitaba limpieza.
El tapiz fue devuelto a la ONU con la posibilidad de que la familia se lo lleve temporalmente para exhibirlo en Estados Unidos y en todo el mundo.
La presencia de esta obra, ante la que pasan habitualmente presidentes, ministros y embajadores que acuden al Consejo de Seguridad, pretende generar conciencia sobre la tragedia de la guerra.
En una carta fechada el 15 de diciembre y dirigida a Nelson Rockefeller Jr., el secretario general de la ONU, António Guterres, había elogiado el próximo regreso de la obra a la sede de Naciones Unidas.
«Esta es una buena noticia en un año difícil de penurias y conflictos globales que llega a su fin», dijo, y explicó que el tapiz «expresa al mundo la necesidad urgente de promover la paz y la seguridad internacionales». «Nos sentimos honrados de servir como custodios concienzudos de esta obra única e icónica, inspirándonos en su mensaje», agregó.