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Un total de 23 profesionales porteños entre arquitectos, ingenieros, abogados y diseñadores enviaron una carta abierta a la comunidad de Valparaíso haciendo ver su malestar “frente a la evidente ausencia de un criterio general, de políticas claras y de una planificación adecuada en la ciudad de Valparaíso” en reacción a los avances del proyecto Arcoíris -que contempla repintar 5.700 metros lineales de fachadas en el centro de Valparaíso- y en el que va desarrollado se observa un trolebus -medio de transporte eléctrico característico de Valparaíso y que también sirvió en la capital- con tres niños colgando en su parte trasera y que es una réplica de una fotografía tomada en 1954 en Santiago, según consta en la página del Museo Histórico Nacional.

Según informa La Tercera, el municipio dirigido por Jorge Sharp (Ind.) comenzó a ejecutar el 4 de enero pasado dicho mural en el frontis del edificio de la ex Cooperativa Vitalicia, ubicado en la Plaza Aníbal Pinto, Zona Típica del Área Histórica de la Ciudad Puerto, declarada Sitio de Patrimonio Mundial en 2003 por la Unesco.

Los profesionales alegan que “nos preocupa que, desde la inscripción del Sitio de Patrimonio Mundial de Valparaíso, no ha habido avance en una regulación de intervenciones arquitectónicas y urbanas a la altura del desafío, sin actualización del plan regulador, sin planos de detalle y sin lineamientos de intervención en toda la Zona Típica. Tampoco existe un plan de gestión patrimonial”.

Los firmantes, entre los que figuran la arquitecta Paz Undurraga Castelblanco, el abogado y residente del edificio Rodrigo Díaz Yubero; la artista visual Chantal de Rementería; el cineasta y académico Roberto Trejo; el arquitecto y concejal de Valparaíso, Daniel Morales Escudero; la diseñadora y experta en gestión cultural Ángela Herrera y el ingeniero comercial Manuel Peña Blásquez, sostienen que “el mural que se instala en el edificio de la Cooperativa Vitalicia viene a poner en discusión cuál es el tipo de ciudad que deseamos poner en valor y el límite tolerable para la realización de intervenciones sobre inmuebles existentes mediante el procedimiento de realización de murales, planteando la inquietud respecto a si este tipo de intervenciones son verdaderas soluciones o más bien se realizan para soslayar, o encubrir, la responsabilidad municipal frente a la ausencia de fiscalización del buen estado de los inmuebles de la ciudad.

Indica que lo que la ciudad requiere son intervenciones sustanciales en sus edificios, como mantención, recuperación, consolidación estructural, mejoras de instalaciones, para evitar la pérdida irreversible de los mismos, “pero no más capas de maquillaje”. Añaden que «Resulta evidente que un mural, cuya sola justificación estriba en resolver todos los rayados y grafitis que cubren el frontispicio de un edificio, pero sin tomar en cuenta la enorme saturación visual existente en el sector y las características austeras de la arquitectura del inmueble mencionado, constituye una acción cuestionable y de dudosa génesis”.

Para diseñar el mural, sin embargo, la alcaldía -a través de su Corporación Municipal Museo Bellas Artes- y en alianza con empresa Tricolor convocaron a “todos las y los muralistas y grafiteros/as de la ciudad de Valparaíso” a un concurso público, que concluyó el 2 de septiembre de 2022, “para realizar el pintado en un sector emblemático del Plan de Valparaíso, el cual contempla 350 m² de su superficie”.

Finalmente, fue seleccionado el Colectivo Arte en Tu Barrio, a quienes se les asignó la tarea de “diseñar y realizar un mural que contribuirá al sentido de identidad y pertenencia”, con un pago único de $ 5.000.000, a través del director artístico y sin mediar boleta de honorarios.

Aprobado por el Consejo de Monumentos

Por su parte, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) acordó el 4 de enero aprobar con indicaciones la solicitud de la Municipalidad de Valparaíso para ejecutar el mural, el que será protegido con un recubrimiento antigrafiti para su mantención periódica.

«Niños vagos colgados de las micros, foto captada en calle Compañía» (1954), donada por Archivo Zig-Zag/Quimantú. Fuente: Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

“Se trata de una iniciativa que se enmarca en un proyecto mayor que incluye la pintura de fachadas en un amplio sector de la ciudad y que irá acompañado de otra serie de medidas de limpieza, seguridad, baños públicos y generación de normativas internas para regular el espacio público” informó el CMN a este diario.

El CMN dijo que el proyecto va acompañado de otra serie de medidas de limpieza, seguridad, baños públicos y generación de normativas internas al tiempo que aseguró que “los consejeros acordaron autorizar el proyecto con indicaciones, que apuntan a compatibilizar el diseño del mural en relación a la composición y características propias del inmueble, en el sentido de no generar una sobrecarga de elementos en su fachada y su entorno, y que el mural no obstaculice la accesibilidad al edificio en ninguno de sus accesos, en consideración a las personas con baja visión u otras condiciones”.

La subsecretaria del Patrimonio Cultural y presidenta del CMN, Carolina Pérez, dijo que la iniciativa es “un buen paso para ampliar la discusión respecto de lo que implican estas acciones» mientras Macarena Carroza, secretaria ejecutiva de la Corporación Municipal Cultural del Museo Baburizza, afirmó en la sesión del Consejo que la idea de crear este mural «nace de la necesidad imperante de recuperar el plan comercial de la ciudad», y aseguró que permitirá consolidar una ordenanza de pintura de fachadas y murales.

Por su parte, Claudia Waywood, integrante de la Delegación de Valparaíso del Colegio de Arquitectos, señaló que al gremio le preocupan “tres carencias” que la obra pone de manifiesto: “la falta de una mirada integral del territorio”; “la desactualización de los instrumentos de manejo del patrimonio vigentes y la ausencia de nuevos”; y “la necesidad de poner en práctica las atribuciones municipales establecidas en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones”.

El mural “no pone en valor el edificio y sus características, sino más bien parece intentar solo dar una respuesta -a nuestro parecer errónea- a los grafitis existentes en un sector saturado”, agrega. Concluyó señalando que “no se puede tapar el sol con un dedo, y el mural de la Cooperativa Vitalicia parece pretender tapar con colores el deterioro de un inmueble y de un sector que requiere intervenciones profundas”.

(Foto principal: La Tercera-Marcelo Benítez)