Ajeno a guerras, turbulencias económicas o azote del coronavirus, el mercado del arte ha apuntado otro récord por la obra de un artista del siglo XX con el cuadro Shot Sage Blue Marilyn de Andy Warhol que fue rematado este lunes en US$ 195 millones de dólares, con lo que el icónico retrato de Marilyn Monroe se convirtió en la obra más costosa de un artista estadounidense que se haya vendido en una subasta.
La imagen serigráfica de 1964, que muestra a Monroe de cabello amarillo, sombra de ojos color azul y labios rojos sobre un fondo turquesa, se transformó en la obra del siglo XX más costosa que se haya subastado, según la casa de subastas Christie’s de Nueva York, donde se realizó la venta.
La puja duró apenas cuatro minutos y supera la cotización de cualquier otro artista estadounidense. El récord anterior pertenecía a Jean-Michel Basquiat, cuya obra Sin título, de 1982 de un rostro cadavérico se vendió en Sotheby’s por US$ 110,5 millones en 2017, cinco millones más que el récord hasta ese entonces en poder de Warhol por una obra vendida en 2013. Así, esta subasta pone fin a un particular duelo póstumo: la rivalidad, paralela a su camaradería, entre Warhol y Basquiat, su joven amigo, que le arrebató el honor de ser el artista estadounidense más cotizado. Un lustro después, el celebrado representante del arte pop se tomo revancha y derrotó a su amigo Basquiat, dada la afición al boxeo que ambos compartían y los guiños pugilísticos que se cruzaron en sus respectivas obras.
El remate también rebasa el récord mundial pagado por una obra contemporánea, que ostentaba hasta ahora el cuadro Mujeres de Argel (1955) de Picasso, vendido por 179,5 millones en 2015.
La firma esperaba alcanzar los 200 millones de dólares (182 millones de euros), y el precio, aunque ligeramente inferior, demuestra la buena salud del mercado del arte, o su valor como refugio en época de creciente inestabilidad económica.
Christie’s indicó que la obra de Marilyn fue adquirida por un comprador anónimo el lunes por la noche.
Cuando la subasta fue anunciada hace unos meses, se calculó que la obra podría alcanzar los US$ 200 millones. «Es un precio increíble”, dijo Alex Rotter, presidente del departamento de arte del siglo XX y XXI de Christie’s. “Pónganse a pensar en esa cifra, es sobresaliente”. ”Es evidente que aquí es adonde queríamos llegar”, dijo Guillaume Cerutti, director general de la casa de subastas. “Esto demuestra que estamos en un mercado de arte con mucha capacidad de recuperación”.
Mercado del arte goza de buena salud
La subasta se considera un termómetro de las próximas dos semanas de ventas, así como un indicador de la salud general de un mercado global que no parece perjudicado en exceso por la pandemia, a juzgar por los resultados de la sesión de otoño, la primera con público en las salas en dos años, y ventas de cifras estratosféricas como los 73 millones pagados por un rothko.
Pese a que Nueva York se halla en nivel medio de alerta por coronavirus, la expectación en torno a la primera subasta de la quincena era evidente este fin de semana en las salas de exposición de la sede de Christie’s, donde el público podía contemplar los lotes, incluida la inalcanzable Marilyn.
En total, las subastas de primavera pueden alcanzar los US$ 2.000 millones en ventas, según los expertos, en parte debido al ahorro por retracción de compradores durante los dos años de pandemia, y con los coleccionistas asiáticos ganando cada vez más protagonismo en detrimento de los millonarios rusos, constreñidos por la situación política.
El Warhol subastado pertenece a la colección de Thomas y Doris Ammann, fallecidos empresarios suizos y formaba parte de un lote de 36 piezas, importe de cuya venta se destinará a financiar la fundación de programas para la infancia que lleva su nombre y que se dedica a ayudar a niños por medio de programas de salud y educación. El comprador de la Marilyn podrá decidir a qué organización benéfica destina el 20% del precio de remate del cuadro según anunció Christie’s el domingo.
Entre las 36 piezas que componen el lote Ammann, destacan otras exclusivas como dos cuadros de Cy Towmbly, con un precio de salida entre 10 y 15 millones de dólares cada uno; una pintura de flores de Warhol, en torno a los 20 millones y, juntos de nuevo su amigo Warhol y él, un Basquiat entre 6 y 8 millones.

Inspiración
Warhol creó más de una imagen de Monroe, pero esta pintura en particular ha sido exhibida en museos de todo el mundo.
La versión, terminada dos años después de la muerte de Monroe, tiene 100×100 centímetros, pero, para el experto de Christie’s Alex Rotter, responsable del departamento de los siglos XX y XXI, “es la esencia de todo Warhol. Define su estatus en la historia del arte y la cultura popular”. “Oportunidades como esta hay pocas y van a ser menos”, añadió, dado que se trata de “la pintura del siglo XX más significativa que se subasta en una generación”. Al anunciar su venta, en marzo, Christie’s dijo que se trata de una de las imágenes más raras y trascendentes que existen.
“La Marilyn de Andy Warhol es la cumbre absoluta del pop estadounidense y la promesa del sueño americano que encierra, a la vez, el optimismo, la fragilidad, la celebridad y la iconografía”, abundó Rotter en un comunicado.
A raíz del trágico final de la actriz, en agosto de 1962, Warhol le dedicó cuatro serigrafías que tituló Shot Marilyn, todas del mismo tamaño, pero con colores diferentes. Una de ellas, la Marilyn naranja, se subastó en 1998 por 17 millones. La diferencia con la rematada este lunes —ojos pintados en color salvia, cabello rubio platino y labios rojos— estriba, según Rotter, citado por El País, es su condición de obra de arte, “a la altura de la Mona Lisa, la Venus de Botticelli y Las señoritas de Aviñón de Picasso”.