Es muy extraño decir que Van Gogh es la manzana de la discordia entre Estados Unidos y Brasil, pues, ¿cómo sería posible en pleno siglo XXI? Sin embargo, recientemente los titulares del mundo han develado que el nombre del pintor es sinónimo de disputa, gracias a que una pieza de su autoría y que no es tan conocida, se encuentra en Estados Unidos, pero un hombre originario de Brasil asegura que le fue robada.
El empresario y coleccionistas de arte brasileño Gustavo Soler ha demandado en Estados Unidos a quien resulte responsable del préstamo del cuadro de Vincent van Gogh La lectora de novelas o La dama lectora, asegurando que es propietario de dicha obra, la que le habría sido robada luego de adquirirla y ahora es expuesta en Estados Unidos sin autorización previa.
De acuerdo a lo informado por ADMagazine, Soler formó una empresa llamada Capital Partners, cuyo objetivo es comprar, vender y coleccionar obras de arte. Sin embargo, hasta el momento, él es el único miembro. En 2017, adquirió Liseuse de Romans, mejor conocida como La lectora de novelas o La dama lectora, original, de Vincent Van Gogh por más de tres millones de dólares. Tras la adquisición, un tercero intentó comprarsela, pero Soler no habría accedido razón por la que el brasileño estima, le fue extraída.
Tras dedicarse por meses a buscar el cuadro, logró ubicarlo en el museo del Instituto de Artes de Detroit (DIA) como parte de la exposición Van Gogh en América, que concluyó el pasado 22 de enero. Al inquirir datos sobre el cuadro sobre el que alega pertenencia, se informó que la pieza no pertenece al museo, sino que es un préstamo, lo que lo impulsó a presentar una demanda por la pieza, pues, según explicó, d no hacerlo, el cuadro regresaría con el supuesto dueño y de nuevo Soler perdería su paradero.
Aunque el museo no ha emitido comunicado al respecto, un juez federal de Michigan ordenó que el cuadro tenga mayor protección pues no debe ser dañado, destruido o afectado debido a que será parte de un juicio con el fin de hallar al verdadero dueño, así como al impostor, sea quien lo prestó al museo o el propio Gustavo Soler, obligado a pagar una multa, probablemente, millonaria.

Este juicio para definir el futuro de La lectora de novelas se inició el pasado 19 de enero. Se trata de una de las piezas menos conocidas de Van Gogh, pero, además de su valor artístico, su actual precio de mercado se eleva a unos US$ 5 millones.
Pintada por Van Gogh en 1888, aproximadamente, el óleo de 73×92 cms. representa a una mujer de cabello negro y abundante leyendo plácidamente, lo que no era común en lo que hoy conocemos como Países Bajos. Además, los colores cálidos que solía usar Van Gogh no son evidentes, por lo que suele definirse como menos representativa de su obra.
La fuerte personalidad de Gauguin parece haber motivado cambios en la manera de pintar de Van Gogh durante los meses que vivieron juntos, acercándose a su estilo simbolista. El cuadro presenta a la joven en penumbra ante una estantería repleta de libros, leyendo un grueso volumen iluminado por un foco de luz.
El color amarillo -favorito de Van Gogh- lucha por restar protagonismo al negro y al azul, tonalidades oscuras que pasan inadvertidas en la producción el holandés antes de la llegada de Gauguin a Arles. Se sabe que el pintor habló de la pieza en sus cartas. Paul, por su parte, le inculcó que elaborara sus trabajos siguiendo las impresiones de su memoria, alejándose de la naturaleza.