Jan van Eyck (o Johannes de Eyck, Maaseik, c.1390-Brujas, 9 de julio de 1441) fue un pintor flamenco que trabajó en Brujas y considerado fuerza líder en la pintura flamenca del siglo XV, debido a sus innovaciones en el uso de la perspectiva óptica y el manejo de la pintura al óleo.
Se le estima como uno de los mejores pintores del norte de Europa del siglo xv y el más célebre de los Primitivos flamencos. Sus transiciones graduales entre las áreas de color se hicieron posibles en su época debido al tiempo de secado más lento de la pintura al óleo que, respecto de la del temple al huevo, permitió que los colores se usaran más específicamente para representar la perspectiva y el espacio profundo. Van Eyck destaca especialmente por su introducción de un nuevo realismo en obras religiosas y retratos y su uso de colores brillantes y luminosos.
Robert Campin, que trabajó en Tournai y los hermanos Van Eyck en Flandes, fueron las figuras de transición desde el gótico internacional a la llamada escuela flamenca. El estilo flamenco que se dio en los Países Bajos en el siglo xv se ha considerado tradicionalmente como la última fase de la pintura gótica.
Otra corriente estética lo enmarca en lo que se ha dado en llamar prerrenacimiento. A este estilo pictórico del gótico tardío en el siglo xv, que anuncia el Renacimiento nórdico de Europa, también se le llama Ars nova.
Algunas de sus numerosas pinturas incluyen El retrato de Arnolfini (1434). el díptico de La Anunciación, Crucifixión y Juicio Final (1430), Tríptico de Dresde (1437) y La fuente de la vida (1432).
Era un artista respetado en su tiempo y sigue siendo una figura relevante en la pintura del Renacimiento del Norte hasta la fecha.

Los registros de la carrera profesional de Jan Van Eyck se encarnan en su primer trabajo ampliamente conocido, que es Retrato de un hombre con turbante rojo (1433)