El arcoíris, talvez por su carácter redentor, firma de Dios, de esperanza de un nuevo inicio y acuerdo con la divinidad, ha sido tema histórico de miles de artistas visuales, no obstante el termino de la magia que significó su comprensión a contar de 1666 (indiciariamente 666) con el descubrimiento de Isaac Newton que la luz blanca puede dividirse en sus colores componentes mediante un prisma.
La fascinación respecto del fenómeno, empero, no ha decaído y, de tiempo en tiempo, el tema emerge de la imaginación de nuevos artistas que, utilizando nuevos materiales y elementos propios del siglo XX y XXI ofrecen obras que encantan a millones.
Es el caso de las explosiones de color con hilo de Gabriel Dawe, que llevan años cautivando los corazones del público. Plexus 35, el nombre con que el artista mexicano bautizó su obra en exhibición en el Museo de Arte de Toledo en Ohio, Estados Unidos (en la fotografía principal), celebra esta yuxtaposición entre lo nuevo y lo viejo.
La instalación in situ y que estuvo en exposición oficial en Ohio hasta 2017 y luego ha recorrido salas y museos del mundo, se compone de innumerables hilos de bordado alineados para crear un arcoíris en su interior, jugando así con los elementos arquitectónicos y las fuentes de iluminación del espacio elegido para la muestra. La luz ingresa a través de techo o ventanales, y se filtra y descompone recorriendo los hilos incoloros, transformándolos y dándole a la pieza un aspecto holográfico.
Sofía Vargas, de MyModernMet, dice que la serie Plexus de Dawe surgió de su amor por el bordado y de la frustración por el tiempo que le llevaba crear una pieza. Para él, el uso de textiles en su trabajo es también una manera sutil de explorar las nociones de identidad de género. “Las instalaciones del Plexus comenzaron como un gran experimento usando el material central de mi trabajo con el bordado. Debido al material, hay un subtexto de políticas de género en ellos, aunque es sutil”, comparte Dawe. “Pronto me di cuenta de que estas estructuras arquitectónicas hechas de hilo de coser eran muy etéreas. Era casi como si fueran rayos de luz de color congelados en el espacio”.
“A veces utilizo solo una fracción del espectro; otras veces elijo diferentes puntos de partida y final que van en contra de lo que encontrarías en la naturaleza si fueras a fraccionar la luz con un prisma”, dice. “Últimamente, he sentido el deseo de fraccionarlo aún más” recordando que la pieza del Museo de Arte de Toledo “fue la primera en la que realmente explore la refracción del espectro”.

Gabriel Dawe, Villa Olmo, Italia, Exposición Miniartextil


Dawe en el Museo de Arte de Toledo en Ohio, Estados Unidos