Federico Assler Brown (Santiago, Chile, el 24 de abril de 1929.) escultor chileno, el Premio Nacional de Arte 2009.
Definió su carrera artística en 1956, luego de estudiar arquitectura por dos años en la Universidad Católica de Valparaíso donde recibió lecciones de Hans Soyka. Se inició en los talleres de dibujo de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile.
Aunque llegó a destacar con sus primeros trabajos como pintor, su interés por los problemas impuestos por la creación de obras en volumen, lo llevaron a la escultura a mediados de la década de los sesenta. Junto a Raúl Valdivieso, Sergio Mallol y Sergio Castillo integró la llamada Generación del Cincuenta. Fue uno de los escultores integrantes del Grupo Rectángulo.
En forma paralela a su quehacer artístico, Federico Assler se ha desempeñado en distintos cargos como profesor de escultura y paisajismo y secretario ejecutivo y director del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile desde el año 1965 hasta 1968. En 1971 impartió clases de escultura en la Escuela de Artes de la Universidad Católica y al año siguiente, de paisajismo, en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile. En 1995 fue designado Presidente del primer directorio de la Sociedad de Escultores de Chile.
En 1973 viajó a España, donde residió diez años y en donde comienza a desarrollar la escultura en espacios públicos con obras emplazadas en Tenerife, Islas Canarias.
Tras regresar a Chile, se convierte en miembro de la Organización de Escultores en 1989. La agrupación se transformaría en 1995 en la Sociedad de Escultores de Chile, siendo designado Assler como su director.

Por su trayectoria artística de 60 años, 40 de los cuales ha dedicado a la escultura con su reconocida técnica en hormigón en los espacios públicos, Federico Assler recibió el Premio Nacional de Arte 2009.
En sus primeras piezas realiza plantillas recortadas en tablones de madera conglomerada, que repetidas con ampliaciones graduales y pegadas formaban volúmenes de textura escalonada con diferentes formas. No obstante, su interés porque las esculturas se relacionaran con el ser humano y la naturaleza en exteriores lo llevó a utilizar hormigón en sus obras. Este material, de mayor resistencia, predomina en su trayectoria artística. Para ello realiza moldes de poliestireno expandido, denominado como «plumavit» o «aislapol» en Chile, en los que posteriormente vuelca la mezcla de hormigón.
Su obra está inspirada fundamentalmente en la figura humana y en la columna como señal de la presencia del hombre. De apariencia totémica, frecuentemente nacen del suelo, sin pedestal, como una manifestación de la tierra.
