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En febrero de 2020, en el marco del estallido social, tres incendios destruyeron todas las partes en maderas y metal del Museo Violeta Parra, dejando del edificio, que tenía forma de guitarra y se ubicaba en Vicuña Mackenna 37, solo su estructura de hormigón sin problemas, hecho que permitiría darle un nuevo uso.

El Museo fue diseñado por la oficina de arquitectos Undurraga & Devés, liderada por Cristián Undurraga, quien, en conversación con Plaza Pauta, de Radio Pauta, sostuvo que los ataques contra el edificio «me dolieron como chileno, más que como arquitecto. Esa gente que decía que luchaba por reivindicaciones sociales fue y quemó al artista más emblemática y que más ha luchado por los más desposeídos». «Es muy raro. Hay ahí un espíritu anarquista que hace imposible un análisis racional», dijo.

Describió al proyecto del museo como «un proyecto sencillo, pero también de una complejidad que daba cuenta de lo que era la artista. La Violeta era una persona muy directa, muy arraigada en lo popular, pero también muy compleja y sofisticada». «No sé si estaba tan cómoda en el museo, la verdad. Eso no obsta que el atentado sea una barbarie sin nombre», reflexionó.

Pero las obras de Violeta Parra que se exponían en el centro cultural destruido fueron trasladadas al Campus Oriente de la Universidad Católica (UC), donde estarán expuestas desde mayo en la Casa Violeta Parra.

Consultado sobre el futuro del terreno que hasta febrero del 2020 acogió al museo, Undurraga precisó que pertenece al Estado y está cedido en comodato a la Universidad de Chile. Recordó, empero, que «la universidad está consolidando su proyecto de Vicuña Mackenna 20, un proyecto cultural. Lo que nosotros habíamos propuesto era generar una calle, donde iba a estar el Centro Cultural Argentino, que también fracasó, y el Museo Violeta Parra», explicó.

«Se generaba un eje que continuaba por el Parque San Borja, la iglesia de Carabineros, al frente el GAM, la Universidad Católica, el MAVI en Lastarria, el Bellas Artes. Hay un eje, un polo cultural muy relevante que hay que activar, y hay que permitir que la ciudad se reconcilie a través de estos espacios culturales», planteó.

El exrector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi proyectaba «reconstruir el museo, anexándole algunos edificios, para que ahí funcionara parte de la Facultad de Artes de la universidad. Eso produciría un eje cultural entre la Facultad de Arquitectura, cruzando por este terreno con estos edificios de arte, hasta Vicuña Mackenna 20, que es el Teatro de la Universidad de Chile a punto de ser terminado».

Para el arquitecto Yves Besançon, sin embargo, el cambio de rector abre dudas: «Con la nueva rectora Rosa Devés yo no sé si esto va a seguir adelante».

Besançon propuso «usar el resto del espacio museológico, porque está pensado como museo, para albergar obras de exalumnos o egresados de la Universidad de Chile que se hayan dedicado a las artes visuales y puedan tener esculturas u obras pictóricas que se pudieran exhibir y que estuvieran reunidas en un mismo lugar».

«Lo otro que se puede hacer -añadió- es albergar ahí un Centro Nacional de Arquitectura, que reciba archivos, obras, maquetas y producción de los arquitectos, tanto de la Universidad de Chile como de otras universidades. Tener un lugar para proteger la cultura arquitectónica de nuestro país, que en este momento no está en ninguna parte», agregó.