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El Museo Violeta Parra recibió recientemente dos obras de la artista chilena, las que, originalmente, pertenecían a Joaquín Blaya, diputado regional de La Pampa en Argentina y amigo de la autora.

Según informó el museo, ambas fueron creadas durante la estada de Violeta en la ciudad de General Pico, ubicada en la provincia de La Pampa, en Argentina, hasta donde arribó en 1961 y que se tradujo en una fructífera fase, de la cual la figura del diputado Blaya fue relevante en la biografía de Violeta Parra.

Se trata de una arpillera y una escultura que estuvieron resguardadas por el sobrino nieto de Blaya, Felipe Álvarez, hasta decidir entregarlas a la institución chilena, donde estarán expuestas al público y conservadas de manera técnicamente adecuada.

Felipe Álvarez Giannerini señaló que “En 1961, Violeta Parra llegó a General Pico, La Pampa, aparentemente por un problema de uno de sus hermanos. Para ayudarlo, se acercó a mi tío para ver una solución y él se comprometió, siempre y cuando se quedara un período en la ciudad, haciendo clases a los niños, tocando guitarra. Y así fue. Se quedó un par de meses y generó una relación muy profunda con Joaquín”, explicó.

La directora del Museo Violeta Parra, Cecilia García-Huidobro, destacó, en la oportunidad, el reconocimiento del recinto para con Álvarez, afirmando que “tuvo la generosidad de entregar obras sentimentalmente ligadas a su familia para que sean apreciadas, gratuitamente, por la comunidad”.

Informó, asimismo, que “durante el proceso de conservación, que fue realizado por Pablo Marfán y Carolina Morales, tuvimos la emocionante sorpresa de descubrir dos huellas dactilares de Violeta Parra en el barro con que moldeó la escultura, las que se encontraban cerca de la nariz de la obra.

La arpillera tiene 59,5 cm de alto y 49,5 de ancho, está tejida con lana en tela de yute; en tanto que la escultura corresponde a una cabeza hecha en arcilla de 16 cm de alto, 10.5 de ancho y 12 cm de profundidad.

“Las piezas se encuentran en perfecto estado de conservación y solo han requerido de limpieza para retirar la grasa que puede tener la obra producto de la manipulación. Fuera de eso, no ha necesitado otro tipo de intervención”, dijo el conservador del Museo Violeta Parra, Pablo Marfán.

Las obras serán exhibidas en la Sala del Museo Violeta Parra en las dependencias del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), sede Quinta Normal, que se inaugurará durante el mes de agosto.

García-Huidobro concluyó señalando que “siempre es una alegría detectar obras que no se conocían. Como Violeta Parra no llevó un inventario ni registró sus creaciones, es una cantera donde pueden seguir apareciendo tesoros”.