Un acalorado debate se vivió el viernes, 12 de mayo de 2023, en el Bundestag alemán cuando se abordó el tema «Fracaso en la restitución de los bronces de Benín», propuesto por el partido Alternativa para Alemania (AfD). La razón: los tesoros devueltos por parte de Alemania a la actual Nigeria no tendrían como destino un museo, como al parecer se esperaba. Las piezas se entregaron al actual sucesor del antiguo reino de Benín, el Oba Ewuare II.
Los partidos AfD CDU/CSU criticaron ampliamente la restitución incondicional acordada por el Gobierno alemán, ya que, según la política de la CDU Dorothee Bär, la devolución de las piezas es un fracaso si el patrimonio mundial se convierte en «propiedad privada». Sí a la devolución, pero no a cualquier precio, es su argumento.
Por su parte, el Gobierno alemán defendió una vez más la devolución de los bronces de Benín a Nigeria, aunque falta escuchar las voces de la población nigeriana, así como de portavoces del Gobierno nigeriano o estudiosos africanos. En su lugar, opinan etnólogos, directores de museos y políticos alemanes. La principal crítica es que, con la entrega de las piezas a los descendientes del rey de Benín, los tesoros culturales no se devuelven al pueblo nigeriano.
«Se trata de una especie de nuevo colonialismo. ¿Usted decide qué pasa con las piezas? Son artefactos que han sido robados, son objetos saqueados», afirma la doctora Oluwatoyin Sogbesan, arquitecta y estudiosa de la cultura y museos de Nigeria. Para ella, el Oba es el legítimo propietario, porque el reino que poseía los tesoros ya no existe. Nigeria, cuya fundación estatal es un producto colonial, está formada por 250 grupos étnicos. La etnia edo, representada por la realeza del Oba, es la verdadera heredera.
«El debate está dominado por una visión eurocéntrica», critica Molemo Moiloa, artista sudafricana que fundó Open Restitution Africa, un proyecto para mejorar el acceso a la información sobre la restitución de bienes culturales africanos. Los reinos son representantes históricos de los grupos étnicos y, por tanto, guardianes de la memoria cultural. Por eso, los bronces de Benín no se convierten en «propiedad privada», como a menudo informan los medios de comunicación alemanes.
En este contexto, el artista nigeriano Victor Ehikhamenor se pregunta: «¿Por qué están tan obsesionados con lo que ocurre con los bronces de Benín?». El artista de Lagos, afincado en Estados Unidos, considera «irrespetuoso» e «insultante» el debate actual. «Europa no tiene derecho a decirnos cómo tratar nuestros propios asuntos», afirmó. «¿Por qué no podemos resolver esto nosotros mismos?», se pregunta también Molemo Moiloa.
De momento, no se ha tomado ninguna decisión sobre cómo proceder con los bronces de Benín. Por ejemplo, Nigeria está negociando si finalmente se expondrán en el Museo de Arte de África Occidental de Edo, en la ciudad de Benín, como estaba previsto en un principio, o en un posible museo palaciego.




Por su parte, Nanette Snoep, directora del Museo Rautenstrauch-Joest de Colonia, que alberga la cuarta mayor colección de bronces de Benín de Alemania, asegura a DW que la discusión en cuestión «ya no es asunto nuestro». (Fuente DW)