Benito Rebolledo Correa (1880 Curicó, Chile, 29 de junio de 1964 en Santiago, Chile) Pintor, hijo de Pedro Nolasco Rebolledo y de María Correa, nació en el seno de una familia de trabajadores rurales. En su adolescencia, se trasladó a Santiago junto a sus padres, ingresando luego a la Academia de Bellas Artes en calidad de alumno libre. Tuvo como profesores a Pedro Lira y Juan Francisco González, y aunque reconoció sus influencias, Rebolledo se ocupó siempre de recalcar el carácter autodidacta y autónomo de su práctica pictórica.
Otra de sus inspiraciones fue Fernando Álvarez de Sotomayor, quien impartía clases de composición y armonía dentro de la escuela. En su juventud formó parte de la Colonia Tolstoyana, un grupo de intelectuales admiradores de los ideales sociales del escritor ruso León Tolstói, entre cuyos miembros se encontraban Augusto D’Halmar, Fernando Santiván y Pablo Burchard.
En 1910 obtuvo la Medalla de Oro en la Exposición Internacional que se realizó durante la inauguración de la nueva sede del Museo Nacional de Bellas Artes, obra construida con ocasión del Centenario de Chile. Tras participar en distintos salones y ser galardonado en varios de ellos, el artista gozó de una buena recepción crítica, que lo llevó a exponer en Argentina a comienzos de la década de 1920.
Por esa misma fecha, recibió el encargo del padre Juan Luis González para pintar el cielo de la nave central de la Iglesia San Agustín de Santiago; asimismo, se le encomendó la restauración de las pinturas del plafond del Teatro Municipal de la misma ciudad, diseñadas por Ernesto Kirchbach.
Se desenvolvió principalmente en el medio pictórico, abordando diferentes géneros y temáticas, entre ellos, naturalezas muertas, retratos, escenas de maternidades, costumbres y personajes del mundo popular. En una primera etapa, las pinturas de Rebolledo estuvieron vinculadas a un carácter social y popular. Debido a su preocupación por temáticas costumbristas y por el mundo del trabajo, sumado a su vínculo académico con el profesor y director de la Escuela de Bellas Artes Fernando Álvarez de Sotomayor, algunos autores como Antonio Romera lo han incluido en la denominada Generación del 13.
Posteriormente, su obra demostró una influencia del impresionismo español, sobre todo del artista Joaquín Sorolla (1863-1923), ambientando parte importante de sus pinturas en escenarios al aire libre.
Demostró especial interés por la representación de niños y niñas, lo que lo posicionó como uno de los primeros artistas visuales chilenos en volver sistemáticamente sobre tópicos vinculados a la infancia. Entre sus obras más conocidas se encuentran las escenas a orillas del mar, en las que el autor estudió los efectos de la luz sobre los objetos, los cuerpos y las superficies, practicando para ello la pintura al aire libre, aunque siempre se esforzó por desarrollar un estilo personal e independiente de influencias externas.


Rebolledo obtuvo distintos premios y galardones en vida, incluyendo la Medalla Municipal de Oro (1951) otorgada por las autoridades de su ciudad natal, pero sin duda, el mayor reconocimiento a su trabajo y trayectoria llegó con la adjudicación del Premio Nacional de Arte, mención Pintura en 1959.