Los visitantes de la cueva prehistórica de Hornos de la Peña, en San Felices de Buelna (Cantabria), pueden ahora con la Realidad Aumentada disfrutar de grabados de esta cavidad, que eran apenas perceptibles a simple vista.
Las indicaciones de un guía serán suficientes para poder localizar los trazos de los animales grabados en las paredes de Hornos de la Peña, una cueva Patrimonio de la Humanidad que es muy especial por su amplia cronología, según informó la agencia española de noticias EFE.
La directora de las campañas arqueológicas desarrolladas en este yacimiento desde 2013, Olivia Rivero, explicó el uso de la Realidad Aumentada en un acto en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, acompañada del vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, el desarrollador Antonio Dólera, y el responsable de las cuevas prehistóricas cántabras, Roberto Ontañón.
En las paredes de esta cavidad se han datado muestras de arte rupestre que abarcan un periodo de unos 30.000 años, una secuencia gráfica que va desde el Acuñaciense al Magdaleniense. Olivia Rivero se dio cuenta que a sus acompañantes les costaba ver lo que había en las paredes. Y de ahí surgió la idea de desarrollar está aplicación, un proyecto subvencionado por el Ministerio de Cultura, y apoyado por el Gobierno de Cantabria, que ha financiado todas las campañas.
La aplicación permite ver lo que esconden a la vista las paredes de la cueva en cualquier lugar y, de hecho, según ha avanzado Pablo Zuloaga, está previsto ponerla a disposición de los visitantes del nuevo Centro de Arte Rupestre de Cantabria, en Puente Viesgo. Los visitantes de Hornos de la Peña pueden también vivir la experiencia de ver los grabados en el soporte real de la cueva, con la luz que emplea en ese momento el guía.
«Hornos de la Peña es especial porque tiene un grabado especialmente fino, unos motivos gráficos de una calidad técnica impresionante, pero de muy difícil visualización y queremos que con esta aplicación el público conozca de primera mano y logre entender y ver este arte paleolítico», dijo.
Uno de sus desarrolladores es Antonio Dólera, quien ha explicado que el objetivo es hacer de ella «una ventana que permita ayudar a identificar los trazos de los grabados». Y para Dólera, por encima de la tecnología, detrás de este trabajo en equipo hay sobre todo emoción. «Más allá de la técnica que se ha utilizado lo que queremos es transmitir esa emoción de quien los descubre por primera vez en una pared», algo «prácticamente imposible» si no se está acompañado por un guía que los muestre, ha apuntado.


Fotografías: Pedro Puentes Hoyos EFE
Hornos de la Peña tiene un régimen de visitas «muy restringido» porque a su alto valor patrimonial se suma que es una cueva con corredores muy estrechos y zonas difíciles en las que hay que agacharse y pasar con mucho cuidado para no rozar los grabados. DE allí que las visitas se realicenen grupos muy reducidos y siempre con un guía especializado.
En ellas se muestran actualmente seis paneles y unas diez representaciones figurativas como en la aplicación que se ha creado para las visitas, pero habrá una versión completa que se podrá disfrutar entre las experiencias de realidad virtual que se ofrecerán en Puente Viesgo.
En la cueva hay un centenar de figuras que durante el desarrollo del proyecto se han identificado, algunas inéditas, como un caballo y tres ciervos.