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El «amigumuri» es una tendencia artística de origen japonés con creciente influencia en el mundo de los handmakers en el último cuarto de siglo y que la pandemia y su aislamiento forzado impulsó con fuerza en los últimos dos años.
Roberto Ballinas en el sitio web Japon desde Japon indica que se trata del あみぐるみ (amigurumi), una palabra compuesta por: あみ (ami) de あみもの (amimono) que significa tejido y ぐるみ (gurumi) de ぬいぐるみ (nuigurumi) que significa peluche, por lo que la traducción literal será tejido de peluches.
La expresión artística consiste en tejer peluches mediante técnicas de crochet o ganchillo y se ha vuelto popular entre los amantes de lo kawaii por la infinidad de figuras que se pueden crear, tales como  gatos, perros, ositos, conejos, etc. Merced al entusiasmo de los tejedores se han logrado diversificar los diseños y algunos presentan aspecto de comida, plantas, accesorios personales y hasta figuras de animé japonés.
Desde el 2001, informa Ballinas, se celebra la exposición donde se presentan los diseños de los artistas agremiados a la Japan Amigurumi Association. Este año se realizará AMIGURUMI COLLECTION 2018: la galería de figuritas tejidas a mano que reúne a nuevos artistas y sus diseños. La edición 2021 pasó por Tokio, Nagoya, Kioto, Apporo e Hiroshima, para finalizar con una exhibición online.
La organización busca establecer y promover la cultura del amigurumi a nivel nacional e internacional, realizar cursos y obtener certificación, proteger las creaciones de cada artista y sus derechos de autor, entre otros objetivos.
​En la edición de este año participarán en la exposición más de 50 creadores de amigurumi. Una de ellas es la artista japonesa Emi, quien explicó algunos de los beneficios de la practica: «Es como una terapia ocupacional. Me motivó a salir adelante porque es emocionante ver a alguien contento con mis creaciones.
El amigurumi se ha popularizando en blogs especializados en tejido bajo la denominación de lanaterapia con la creencia de los beneficios en la salud mental que aporta ésta práctica, al ayudar a eliminar el estrés y combatir la depresión, fomentar la  capacidad creativa, mejorar la psicomotricidad fina y favorecer la comunicación con los otros.
Ballina señala que en varias ciudades de Japón se encuentran cafeterías temáticas de tejido a mano, mejor conocidas como ニットカフェ(Knit cafe). ​Un ejemplo es el Morino Kobuta en Tokio donde siempre hay maestros del tejido a mano que ayudan a tejer cualquier figura.

Según comenta El Clarín la historia de estos peluches viene desde los años 50, tras el fin de la II Guerra Mundial, cuando el país necesitaba levantar el ánimo tras un proceso difícil para su ciudadanía. Por esa fecha se da inicio a la cultura “Kawaii” y en el marco de esto es cuando nacen los amigurumis. Hechos con hilo de algodón que fortalecen su estructura y relleno, se tejieron en forma de peluches, llaveros para mochilas bajo la estética “kawaii” con cabezas grandes y cuerpos más pequeños.

Amigurumi en Latinoamérica

El amigurumi no es sólo una industria en el país nipón: con los años se ha extendido a todo el mundo. Y en Latinoamérica una de sus cultoras más famosas es Yan Schenkel, diseñadora y crochetista argentina que es dueña de la marca “Pica Pau” cuyos diseños de crochet son conocidos a nivel mundial.

Schenkel comenzó tejiendo a crochet mientras esperaba que su hijo saliera del colegio para pasar el tiempo, pero en 2009 comenzó a mezclar sus dibujos con el amigurumi y así nació la banda de “Pica Pau”, según informa en su biografía. Se trata de una serie de patrones de animales tejidos que llegó a plasmar en un libro, cuya primera edición se presentó en Bélgica y Gran Bretaña. Su segunda edición se tradujo al inglés, alemán, francés, danés, portugués y koreano.

Herramientas para el amigurumi

Dependiendo del diseño del tejido, el material básico para comenzar es: ganchillos para crochet (de acuerdo al calibre de estambre), hilo de estambre (acrílico, algodón, etc.), relleno sintético, aguja de caneva (opcional), tijeras y accesorios en general que podrás conseguir en casi cualquier tienda de manualidades o bisutería de tu ciudad.

​Algunos establecimientos de manualidades tienen ya a la venta kits de amigurumi con diversos diseños que traen incluido un manual de elaboración y el material que se requiere.

En la plataforma de videos Youtube hay miles de tutoriales en diversos idiomas para aprender a hacer amigurumis y la mayoría ofrece técnicas bien elaboradas y didácticas para principiantes. Además es un arte accesible para todas las edades, género, gustos y habilidades.

El amigurumi se puede considerar, a simple vista, como una técnica de difícil confección, sin embargo, es un arte que se realiza de forma simple con el crochet, un herramienta que sirve para tejer todo lo que tu imaginación quiera.

Los amigurumi de Louis Vuitton

Un total de US$ 7.450 cuesta la nueva creación de la exclusiva marca gala Louis Vuitton, quienes hace unos días lanzaron el “Puppet Hoodie”, un suéter azul marino con un particular adorno (en la foto principal).

El New York Post consignó que el adorno del “Puppet Hoodie” eran diversos peluches tejidos con la técnica del amigurumi, los que se distribuyen tanto en la parte frontal como por la espalda.

El nuevo diseño de Louis Vuitton presenta diferentes amigurumis que se pueden crear y agregar a una pieza de ropa y que pasan a forman parte del suéter.

La marca tiene disponible el “Puppet Hoodie” exclusivamente por encargo, informando en su web que los peluches serán confeccionados en Italia.

El cultor chileno del Amigurumi

Uno de los representantes de esta técnica en Chile es Marcelo Cortés Toro o “El príncipe del crochet”, un joven oriundo de Ovalle que alcanzó fama a través de redes sociales con sus patrones de amigurumis, según informa Camila Álvarez en un informe de radio Bio Bio.

Muñecas inspiradas en las princesas de Disney, animales o incluso un Vincent Van Gogh son algunas de las creaciones que realiza y publica en su cuenta de Instagram, donde acumula más de 173 mil seguidores , los que incluso tiene disponibles en su canal de Youtube para que los interesados puedan aprender junto a él.