Allen Jones (Southampton, 1 de septiembre de 1937) artista pop británico, conocido sobre todo por sus esculturas, pero también cultiva las artes visuales. Desde 1955 hasta 1961 estudió en el Hornsey College of Art (Londres) y fue expulsado del Royal College of Art. Desde 1961 hasta 1963 enseñó en el Croydon College of Art.
Su exposición de esculturas eróticas, como el conjunto Hatstand, Table y Chair (1969), cada una de los cuales transforma a una mujer en una pieza de mobiliario, ha sido muy criticada. Gran parte de su obra nace de la imaginería del fetichismo de látex y BDSM. Con «Chair» -junto con las piezas complementarias «Hatstand» (perchero) y «Table» (mesa)-, Jones contorsionó a maniquíes femeninos con poca ropa para hacer un conjunto de muebles lascivos, diseñados sin ergonomía.
La silla provocativa de Jones es una de las tres obras de ‘mobiliario’ (junto con Handstand y Table) que muestran a mujeres vestidas con ropa fetiche retratadas como objetos. La obra fue develada en medio de las acusaciones de que su creador trataba los objetos como si fueran mujeres y viceversa. Causaron controversia cuando se exhibieron por primera vez y no han perdido nada de su poder para provocar ira.
Jones los produjo en el momento en que el Movimiento de Liberación de la Mujer se hizo prominente y las mujeres artistas criticaron la «mirada masculina» (como en el trabajo de Margaret Harrison que se exhibe cerca en el Tate). En el Día Internacional de la Mujer de 1986, un par de activistas rociaron la obra con un decapante de pintura horrorizadas por lo que consideraban era la sensibilidad chovinista de la escultura. El ácido devoró la cara y el cuello de la maniquí.
La acusación de cosificar a la mujer revoloteó en torno a Jones sigue viva: en enero de 2014 Dasha Zhukova, novia del magnate ruso Roman Abramovich, tuvo que pedir disculpas públicamente por aparecer sentada en una silla que imitaba a la de Jones, pero -y eso exacerbó aún más la situación- la mujer del mueble es negra.
Jones dijo en 2014: «Las esculturas están atrapadas en su tiempo. Pero es de esperar que las personas sean lo suficientemente fuertes como para verlas como divertidas y considerarlas como otra forma de ver a la humanidad».
Pese a que el artista no ha dejado de argüir que su intención es jugar con la figura humana, reflejar cierto estado de malestar cultural e incluso defender los postulados obvios de los derechos de la mujer («pienso en mí mismo como un feminista», acaba de declarar en una entrevista en The Guardian), todavía hay quienes no le perdonan a Jones —con obras mucho más notables que los ya cansinos muebles— que sienta un poder de atracción insaciable, como tantos otros maestros, desde Rubens hasta Picasso, hacia el cuerpo femenino y su mensaje de sensualidad.

La Silla, Allen Jones (1969)-Tate Museum

Versión «racista» de La Silla, Dasha Zukhova (2014)
La Silla está realizada con pintura acrílica sobre fibra de vidrio y resina con metacrilato y cuero. Sus dimensiones con la pantalla son de unos 800 (alto) x 860 × 1130 mm, mientras que la figura mide 775 (alto) x 571 × 991 mm y la alfombra 100 (alto) x 800 × 1000 mm. Fue comprado por el Museo Nacional Británico de Arte Moderno, Tate Modern, en 1981
(Fotografía principal: Allen Jones Male Female Diptych (1965). Courtesy Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, Smithsonian Institution, Washington DC)